VINO TINTO ESPAÑA LA RIOJA

Los vinos de la Rioja se clasifican según su calidad en varias categorías, que se establecen en función del tiempo de envejecimiento y otros factores. Estas son las principales:

1. Vino genérico: Es la categoría más básica y se refiere a vinos sin denominación de origen específica. Estos vinos pueden ser tintos, blancos o rosados.
2. Vino de crianza: Se trata de vinos que han pasado un mínimo de 12 meses en barricas de roble y un año en botella antes de salir al mercado.
3. Vino reserva: Estos vinos han pasado un mínimo de 36 meses en barricas de roble y un mínimo de 1 año en botella antes de su comercialización.
4. Vino gran reserva: Esta categoría se refiere a vinos que han pasado un mínimo de 60 meses en barricas de roble y un mínimo de 2 años en botella antes de su comercialización.

Además, existen otras categorías de vinos de la Rioja que se refieren a vinos especiales, como los vinos de autor, los vinos de parcela, los vinos de guarda, entre otros. Estas categorías suelen establecerse en función de criterios de calidad, originalidad y singularidad en la elaboración de los vinos.

Un vino tinto de la Rioja puede presentar una serie de características que lo hacen único y reconocible, entre las que se destacan:

1. Color: Los vinos tintos de la Rioja suelen tener un color rojo intenso, con matices violáceos en los vinos jóvenes y matices teja o anaranjados en los vinos más añejos.
2. Aroma: Los vinos de la Rioja pueden tener un aroma frutal y fresco en los vinos jóvenes, con notas a frutas rojas como la frambuesa y la cereza, y notas especiadas como la vainilla y la canela. En los vinos Reserva y Gran Reserva, los aromas pueden ser más complejos y elegantes, con notas a frutos secos, tabaco y cuero.
3. Sabor: En boca, los vinos de la Rioja suelen ser equilibrados y aterciopelados, con buena estructura y cuerpo. Los vinos jóvenes pueden ser más ligeros y afrutados, mientras que los vinos Reserva y Gran Reserva pueden tener mayor complejidad y sabor a roble, especias y frutos secos.
4. Acidez: Los vinos de la Rioja suelen tener una buena acidez que les aporta frescura y equilibrio en el paladar.

En general, los vinos tintos de la Rioja son reconocidos por su elegancia, complejidad y equilibrio, y son considerados como algunos de los mejores vinos de España.

El proceso de elaboración de un vino tinto de la Rioja consta de varias etapas:

1. Vendimia: La recolección de las uvas se realiza manualmente o con maquinaria especializada en función de la bodega y el tipo de uva.
2. Despalillado: Las uvas se despalillan para separar los racimos de las ramas.
3. Fermentación: Las uvas se maceran y fermentan en grandes depósitos de acero inoxidable o en barricas de roble durante varios días, en los que se produce la transformación del mosto en vino.
4. Crianza en barrica: Una vez finalizada la fermentación, los vinos tintos de la Rioja pueden pasar por una crianza en barrica, durante la cual se guardan en barricas de roble francés o americano, donde el vino adquiere aromas y sabores característicos. La duración de la crianza en barrica puede variar según el tipo de vino.
5. Crianza en botella: Una vez finalizada la crianza en barrica, los vinos pueden seguir madurando en botella durante un periodo de tiempo determinado, antes de salir al mercado.
6. Embotellado: Finalmente, el vino se embotella y se etiqueta para su comercialización.

Es importante destacar que el proceso de elaboración puede variar según el tipo de vino y la bodega en la que se produce, y que algunos vinos pueden pasar por etapas adicionales de envejecimiento en barrica o en botella.