Bodega Chakana

Chakana es un proyecto joven fundado en el año 2002. Siempre movidos por un espíritu de superación, de alta calidad y de generar impacto desde una viticultura consciente.

Nuna, la finca biodinámica de Chakana, está situada en Agrelo, Luján de Cuyo al sur del río Mendoza y con el Cordón del Plata al oeste, abarca unas 80 ha. de viñedos integrados en una rica biodiversidad de flora y fauna; a una altura de 960 m; El clima es soleado, seco y de una favorable amplitud térmica. Cuentan con reservorio de agua, para riego por goteo, que proviene de la montaña en el que conviven patos, garzas, peces y ranas; así como 2 ha. de huerta comunitaria, olivares, frutales y animales de la granja como ovejas, cabras, gallinas y cerdos. Igualmente, en los últimos años se han sembrado parcelas con plantas forrajeras tales como alfalfa, vicia, centeno, trigo, etc. en parte destinadas a la alimentación de los animales y para nutrientes del compost. Por otro lado, entre hileras de vides emerge un jardín de plantas aromáticas y homeopáticas que sirven para los preparados biodinámicos.

Las primeras viñas fueron plantadas en el año 2002 sobre suelos franco limosos, con partes franco-arenosas y profundos con orientación Norte-Sur y conducción en espaldera. En términos de variedades de uvas usan Malbec, Bonarda, Syrah, Petit Verdot, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Tannat, Viognier, Sauvignon Blanc y chardonnay. Chakana se enorgullece de aplicar una viticultura orgánica y biodinámica con certificaciones Demeter, NON GMO y For life.

Dentro de la finca se encuentra la bodega, diseñada con áreas para el prensado, fermentación de los mostos en tanques de acero inoxidable, depósitos de cemento sin pintar y huevos de cemento. Además para la crianza de algunos de los vinos cuentan con una sala de barricas, foudres y toneles.

Chakana es una bodega que tiene como filosofía la práctica de la biodinámica, la cual parte de los conceptos fundamentales de la agricultura orgánica convirtiéndose en una agricultura regenerativa, que promueve la biodiversidad y un modelo de bienestar que incluye a las propias plantas, las personas que las cultivan y los consumidores. Todo ello, se transforma en prácticas que se conectan con la Tierra desde su concepción, en un vínculo de reciprocidad.

Uno de los principios de la Cosmovisión Andina es el de la Reciprocidad: todos debemos retribuir, dar y devolver a la madre tierra. Este principio comprende varios valores expresados en formas de trabajo que hacían de la convivencia un espacio de mejores interrelaciones con los individuos. Entre estos valores se encuentra el de Ayni, una forma de organización que se da en un marco de corresponsabilidad igualitaria, es decir, trabajar, dar, recibir y contribuir.

La Chakana o Cruz del Sur era y es aún hasta nuestros días utilizada como base organizadora de la ciencia, la cultura y la sociedad. Es la constelación de las cuatro estrellas y cada 3 de mayo la posición de la constelación permite una perfecta alineación de la vertical con la horizontal, que solo se da una vez al año: «el día sin tiempo«. Fruto de su origen quechua la Chakana es el puente que integra a la cultura con la dimensión espacio – tiempo.  Los ritos destinados a cada punto de la Chakana son importantes dentro de ese espacio tiempo, para unirse con el todo. Seguir el ritmo de la Chakana es como ir en un río a favor de la corriente y muestra un camino simbólico al cual sólo debemos subirnos y disfrutar de la vida.

Chakana está basada en el respeto del medio en el que vivimos y en una identidad vitivinícola que es auténtica por su viticultura consciente, avalada por prácticas orgánicas y biodinámicas certificadas; original, ya que se respetan las características de cada finca y consciente porque como parte de un sistema integral tenemos la responsabilidad de cuidar la tierra, su ecosistema y las comunidades que forman parte de él.

Los vinos son producidos con uvas orgánicas y biodinámicas, fermentadas con sus propias levaduras indígenas y sin añadidos de ningún tipo. La materia prima es cultivada de forma natural, y natural es el proceso de vinificación. Chakana, rechaza la etiqueta de “vino natural” si esa solo se refiere a la presencia o menos de sulfitos agregados. Nuestro acercamiento es algo profundo y complejo. Queremos poner de vuelta al centro los métodos de producción de la uva y la relación entre viticultores, naturaleza y consumidores. Pensamos que un vino cualquiera no se convierta en “natural” solo por qué no se le agrega azufre, ya que banaliza por completo su objetivo.

Los vinos biodinámicos son el resultado de un proceso que contempla el medio ambiente, la salud del consumidor y la producción de vinos de terruño más honestos y auténticos, evitando la manipulación del mosto.

• No se usan herbicidas, pesticidas ni fertilizantes químicos.
• Utilizan sus propios preparados biodinámicos, hechos en base a abono vacuno, arena y plantas medicinales cultivados en la propia finca.
• No cultivan ningún tipo de planta transgénica.
• Para la fermentación del vino, se usan levaduras indígenas (propias de la misma uva).
• Se procura no manipular ni acidificar el mosto y reducir al mínimo el uso de azufre en la elaboración.